La Comunicación
NoViolenta
«Seamos muy claros sobre el tipo de mundo que queremos y empecemos a vivir de esa manera.»
Marshall Rosenberg

Talleres
Todos tenemos necesidades
Una de las premisas de la CNV es que todos somos seres humanos en busca de satisfacer nuestras necesidades. Las necesidades pueden ser vistas como nuestros anhelos más profundos, y son parte de un proceso constante. Mis necesidades pueden ser de libertad, autonomía, sentido, como también de soporte y conexión, o de descanso y bienestar, y por supuesto también son fundamentales nuestras necesidades de alimentación y cobijo.
Las estrategias para satisfacer estas necesidades pueden ser más o menos efectivas (y hasta trágicas o contraproducentes). Mientras más conectadxs estamos con las necesidades, lo que realmente es importante para nosotros en un momento dado, más posibilidades tenemos de encontrar una estrategia afín o constructiva.
Las necesidades se integran entre sí como “en un guiso de verduras”, donde a veces vemos más claro un ingrediente que otro, pero a la vez todos están presentes de alguna manera. Mirándolo desde esta perspectiva, mi necesidad de autonomía no es contradictoria con mi necesidad de conexión, sino que estoy necesitando alguna manera de integrar mi autonomía para poder moverme con libertad en alguna circunstancia, pero a la vez mantenerme en contacto o conectada con las personas que son parte de esa situación.
Desde esta persepctiva de integración, Marshall afirma que «Es difícil separar la satisfacción de las necesidades humanas del cuidado de las necesidades del entorno: son lo mismo». Cuidarse a unx mismx incluye cuidar de lxs otrxs y del mundo en que vivimos.
Nuestros sentimientos dependen de nuestras necesidades
Lo que digan y hagan los demás puede ser el estímulo, pero nunca la causa de nuestros sentimientos. “Nuestros sentimientos son el resultado de cómo elegimos tomarnos lo que dicen y hacen los demás, y también de nuestras necesidades y expectativas particulares en ese momento.”
Este es un elemento fundamental del paradigma de la CNV y nos invita a asumir la responsabilidad de nuestros sentimientos.
Por ejemplo, si hoy a la noche cuando llego a casa mi compañero me dice que va a salir a cenar con sus amigos, ¿cómo creen que me voy a sentir? DEPENDE. Si yo me estaba sintiendo triste y angustiada por algo que viví en el día, y estaba anhelando conexión, soporte y compañía, probablemente me sienta frustrada o enojada o triste cuando me entero que mi compañero no va a estar en casa esta noche. Ahora, si en lugar de todo eso, yo me siento agotada y anhelo descanso, silencio y espacio y me imagino que si mi compañero no está me puedo ir a la cama a ver una película en el momento en el que llego sin ocuparme de nada ni hablar con nadie, entonces me voy a sentir contenta y hasta aliviada de saber que voy a estar sola en casa cuando llegue. Entonces, ¿que mi compañero se vaya a cenar con sus amigos esta noche es la causa de mis sentimientos? No, es el estímulo, pero me voy a sentir “bien o mal” según mis necesidades presentes y como interprete yo el hecho de que él salga.
En la CNV hay dos grandes listas de sentimientos que se dividen en los sentimientos cuando mis necesidades se vieron satisfechas, o tenidas en cuenta, y cuando no se vieron satisfechas.
Listas de sentimientos
Sentimientos que podemos tener cuando nuestras necesidades están satisfechas
Optimista
Comprensivo
Abierto
Curioso
Intrigado
Asombrado
Ardiente
Entusiasta
Sorprendido
Exuberante
Conmovido
Animado
Eufórico
Ecuánime
Energético
Renovado
Equilibrado
Cautivado
Sorprendido
Entusiasmado
Emocionado
Relajado
Estimulado
Incentivado
Apasionado
Inspirado
Cariñoso
Amigable
Compasivo
Tierno
Orgulloso
Encantado
Involucrado
Maravillado
Movilizado
Energizado
Reavivado
Radiante
Esperanzado
Divertido
Paz
Realizado
Frescura
Restaurado
Feliz
Positivo
Interesado
Confiado
Silencioso
Claro
Absorbido
Atónito
Fascinado
Seguro
Cálido
Comprometido
Extasiado
Estimulado
Cómodo
Tranquilizado
Contento
Estático
Agradecido
Expectante
Encantado
Calmo
Movilizado
Vivo
Descansado
Sentimientos que podemos tener cuando nuestras necesidades no están satisfechas
Miedo
Aprehensivo
Aterrorizado
Desconfiado
Asustado
Pánico
Perdido
Perplejo
Sobresaltado
Tironeando
Molestia
Angustiado
Desconsolado
Devastado
Dolido
Destruido
Herido
Solo
Miserable
Arrepentido
Introvertido
Furioso
Abatido
Inquieto
Alarmado
Inseguro
Desesperanzado
Nostálgico
Confundido
Deprimido
Apabullado
Desconcertado
Tenso
Dudoso
Desdichado
Cansado
Harto
Agotado
Horrorizado
Consternado
Malhumorado
Vergüenza
Exasperado
Frustrado
Impaciente
Irritado
Fastidiado
Enfurecido
Triste
Indignado
Resentido
Desanimado
Perturbado
Apabullado
Disgustado
Incómodo
Fundido
Exhausto
Inestable
Decaído
Petrificado
Sospechoso
Cceloso
Preocupado
Impotente
Dolido
Desconectado
Alienado
Distante
Apático
Aburrido
Infeliz
Desalentado
Indiferente
Desinteresado
Enojado
Iracundo
Desesperado
Listas de necesidades
Sentimientos que podemos tener cuando nuestras necesidades están satisfechas
Autonomía
Celebración
Autenticidad
Creatividad
Espontaneidad
Aceptación
Intimidad
Reconocimiento
Pertenencia
Inspiración
Comprensión
Afecto
Diversión
Alimentación
Silencio
Abrigo
Protección
Juego
Espacio
Esparcimiento
Orden
Conexión
Comunicación
Reciprocidad
Integridad
Aprendizaje
Sentido
Empatía
Igualdad
Humor
Alegría
Crecimiento
Propósito
Estimulación
Belleza
Claridad
Elección
Independencia
Esperanza
Duelo
Libertad
Armonía
Tranquilidad
Seguridad
Estabilidad
Respeto
Calidez
Apoyo
Comunidad
Consideración
Confianza
Contribución
Sinceridad
Amor
Agua
Descanso
Cuidado
Contacto físico
Movimiento
Expresión sexual
Aire
Proximidad emocional
La escucha empática
En la CNV, la escucha empática, es una escucha activa que se centra en lo que está vivo en la otra persona, es decir sus sentimientos y necesidades, independientemente de las palabras que usen para expresarse. El mayor desafío radica en acompañar a la persona que queremos escuchar, sin querer sacarla de donde está, ni siquiera para hacerla sentir mejor (aunque por lo general nos sentimos mucho mejor cuando alguien nos escucha con plenitud en eso que está vivo en nosotrxs. La escucha empática puede suceder a través de parafrasear, repetir o reflejar lo que escuchamos, centrándonos en los sentimientos y las necesidades que pueden estar presentes en la otra persona. No es necesario adivinar correctamente, con la genuina intención de conectar con el otr@, el o la interlocutora nos dirá si es por ahí o no. Mantenemos nuestra actitud de empatía para que nuestro interlocutor tenga la oportunidad de expresarse plenamente antes de desviar nuestra atención hacia las soluciones o satisfacciones de sus necesidades. Alivio, silencio, tranquilidad y claridad pueden ser algunas señales de una conexión empática.
Conclusión
La simpleza de la propuesta de la CNV va de la mano de la complejidad de nuestras estructuras de pensamiento. Esta construcción conceptual es un sesgo permanente que además compartimos como sociedad. El camino de observación de unx mismx y los propios condicionamientos, en el reflejo de las relaciones con lxs demás, es infinito, y las oportunidades de aprendizaje y conexión se presentan permanentemente en un presente continuo.
Habrá muchas veces que nos sintamos frustrados por cómo respondimos, o reconozcamos que nos hubiera gustado hacer algo de otra manera a la que nos salió. Esto quizás nos pase incluso aún más seguido, si estamos atentxs a cómo responder empáticamente a los estímulos constantes de la vida. Nos invito a transitar este complejo y maravilloso camino con paciencia y compasión, y si tenemos la oportunidad, con un grupo de práctica que nos acompañe.
Marshall Rosemberg
La Comunicación NoViolenta fue creada por Marshall Rosenberg (1934- 2015) , un psicólogo estadounidense, que frente al desafío de verse enfrentado en su niñez a diferentes tipos de violencia se dedicó durante toda su vida a explorar las causas que la generaban y las posibles estrategias para reducirla. “Que nos impulsa a comportarnos de manera violenta? Y porque algunas personas son consecuentes con esa actitud solidaria incluso en las circunstancias mas adversas y que tipo de edicación podría ayudarnos a permanecer compasivos?”.
Fue alumno y colega de Carl Rogers, fundador junto a Abraham Maslow, del enfoque humanista en psicología. Carl Rogers desarrolló la terapia no directiva, y fue una influencia fundamental en la vida de Marshall, quien expresa su agradecimiento en varios de sus libros.
Marshall reconoció que el lenguaje y el uso que hacemos de las palabras tiene una función primordial en nuestro comportamiento general y desarrolló un enfoque especifico de la comunicación, el hablar y el escuchar, que nos facilita la conexión con nosotrxs mismxs y con lxs demás. La exploración de Marshall eventualmente se convirtió en lo que hoy se conoce como Comunicación No Violenta (CNV): un proceso de integración del “lenguaje, pensamiento y comunicación que refuerzan nuestra capacidad y nuestras ganas de contribuir lo mejor posible a nuestro bienestar y al de los demás.”
La elección del nombre tiene conexión con la visión de Gandhi, y por eso muchas veces se escribe en una sola palabra: NoViolencia. El concepto va mas allá de la mera ausencia de la violencia, sino que se refiere la fuerza según Gandhi mas potente de la humanidad: a la compasión que los seres humanos pueden demostrar de manera natural cuando renuncian a la violencia. Podriamos nombrar su trabajo también como “comunicación compasiva”, pero según Marshall, el proceso al cual nos invita es mucho mas profundo que un proceso de comunicación. Es una manera de centrar nuestra atención para conectar con nuestra naturaleza compasiva y en nuestra relación con lxs otrxs y el mundo a nuestro alrededor.
Marshall fundó el Centro para la Comunicación No Violenta (CNVC) en el cual se desempeñó como Director de Servicios Educativos hasta su muerte en febrero de 2015.
Marshall dirigió talleres de NVC y capacitaciones intensivas para miles de personas en más de 60 países de todo el mundo. Era un apasionado de su trabajo y viajó a áreas devastadas por la guerra y países económicamente desfavorecidos, ofreciendo capacitación en NVC para promover la reconciliación y la resolución pacífica de conflictos.
Al trabajar incansablemente con educadores, gerentes, proveedores de salud mental y atención médica, abogados, oficiales militares, prisioneros, funcionarios de policía y de prisiones, clérigos, funcionarios gubernamentales y familias individuales en todo el mundo, Marshall ha abierto un camino de conexión para muchas personas que se vieron inspiradas por su práctica y su visión.
